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El
Neem, también llamado nim o margosa, pertenece, como la caoba, a la familia de
las meliáceas. Es un árbol de rápido crecimiento que puede alcanzar 15 a
20 metros de altura. Es originario de la India y Birmania y solo vive en
regiones tropicales o subtropicales. Tiene abundante follaje todas las
temporadas del año, pero en condiciones severas se deshoja, incluso casi
completamente. El ramaje es amplio, y puede alcanzar de 15 a 20 m de diámetro
ya desarrollado. Las flores, blancas y fragantes y las inflorescencias
tienen de 150 a 250 flores. Actualmente se cultiva en Asia, África, América, Australia y
las islas del sur del Pacífico.
Los
productos hechos de neem han probado tener propiedades médicas; tales como:
antihelmíntico, fungicida, antidiabético, antibacterial, anticonceptivo, y
sedativo, entre otras. Los productos derivados del neem son considerados como
los componentes más importantes de la medicina ayurvédica, y se prescriben
especialmente para enfermedades de la piel.
Es una
de las plantas medicinales más antiguas y usadas en el mundo, empleada como uno
de los ingredientes más importantes en las preparaciones ayurvédicas, se lo ha
querido y respetado en la India desde hace más de 4.000 años.
Es un tesoro biológico, constituye en sí mismo una auténtica y completísima
farmacia. Posee alcaloides como la margosina y otras sustancias activas capaces
de combatir eficazmente más de 60 enfermedades y dolencias comunes, tales
como la tuberculosis, el sarampión, la lepra, la malaria, la diabetes, la
bronquitis, los parásitos intestinales, la hipertensión, la artritis, la
piorrea, la sinusitis, la sífilis, las hemorroides, la psoriasis, la tiña,
úlceras, tumores y un larguísimo etcétera. Difícilmente encontraremos otro
recurso vegetal tan completo y versátil, con tantas aplicaciones terapéuticas.
El neem ha sido declarado por las Naciones Unidas como “el árbol del siglo
XXI”. Y es que, como dijera un investigador de la Academia Americana de la
Ciencia, “si hubiera que salvar una única planta de una hipotética
catástrofe mundial, no habría ninguna duda sobre la elección: el árbol del neem”.La
primera evidencia de la seguridad del Neem, es su extenso uso en la India, por
lo menos en los últimos cuatro mil años, por seres humanos y animales. Las
hojas son comidas por los animales como forraje, mientras que la fruta sirve de
alimento a aves y humanos Después de las comidas mucha gente come una o dos
semillas de su fruta para ayudar a la digestión y matar las bacterias de la
boca.
En la India, el aceite de Neem es utilizado para curar enfermedades y
fortalecer el organismo. También es práctica habitual tomar un baño caliente
con hojas de Neem cuando padecen reacciones alérgicas y hasta severas
enfermedades de la piel.
Y es
que, en el terreno de la salud, hay pocas cosas para las que el neem, sus
extractos y sus aceites, no sean un buen remedio. Tiene, entre otros, efectos
bactericidas, antiinflamatorios, antivirales, antipiréticos, insecticidas y
fungicidas.
El neem es además un árbol muy apreciado por los ambientalistas y ecologistas.
Purifica el aire, ayuda a combatir la contaminación ambiental y enriquece los
suelos, ayudando a restaurar áreas degradadas por la erosión o por el abuso de
pesticidas químicos. Quienes habitan en climas cálidos conocen muy bien su
capacidad para dar sombra y refrescar la atmósfera. Se dice que durante los
meses de verano, la temperatura debajo de un árbol del neem puede llegar a ser
hasta 10º centígrados inferior a la temperatura circundante.
Propiedades
medicinales:
Soriasis:
se utiliza el aceite de las semillas y el extracto de las hojas del Neem,
disminuye la comezón y el dolor.
Diabetes:
por vía oral el extracto de Neem reduce los requerimientos de insulina entre un
30% y 50% a las personas que son insulinodependientes. El consumo regular de
cápsulas de hoja de neem, regula los niveles de glucosa en sangre hasta niveles
normales.
SIDA:
se han reportado resultados de pruebas in vitro para prevenir el SIDA.
Cáncer:
polisacáridos y limonoides se han encontrado en la corteza, hojas y aceite de
Neem, lo cual reduce los tumores y el cáncer.
Afecciones
cardiacas: controla las arritmias cardiacas y también retrasa la coagulación de
la sangre.
Herpes:
existen pruebas en Alemania que demuestran que los extractos del Neem son
tóxicos al virus del herpes.
Trastornos
dentales: de igual manera, en Alemania se ha encontrado que el extracto del
Neem previene las caries entre otros trastornos dentales. En la India es
habitual ver a las personas masticar una ramita de neem para mantener sus
dientes sanos.
Dermatología:
es efectivo contra el acné, salpullido, caspa.
Alergias:
inhibe reacciones alérgicas cuando se aplica externamente.
Úlceras:
el extracto del Neem acelera la cicatrización de lesiones gástricas y
duodenales.
Encefalitis:
acerca de esto se sabe que en Japón ayudó cuando hubo un brote en niños.
Control
natal (hombres): existen pruebas en la India y en los Estados Unidos de
que los extractos del Neem reducen la fertilidad en monos sin inhibir la libido
o la producción de los espermatozoides.
Control
natal (mujeres): se utiliza como lubricante vaginal el aceite del Neem.
Hepatitis:
Se ha demostrado que es efectivo contra el virus que causa la hepatitis b.
Hongos:
el Neem es tóxico para los hongos que atacan a los humanos como la Cándida, el
que causa el pie de atleta y de la boca.
Malaria:
las hojas tienen un ingrediente activo el cual es tóxico a la malaria.
Parásitos
externos: el Neem mata muy rápido parásitos externos.
Repelente
de insectos: hay estudios que demuestran que un componente del Neem es más
efectivo que los químicos.
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