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ACEITE DE ARGÁN
El árbol de argán es también conocido como Argania spinosa, de la familia Sapotaceae o sapotáceos. Crece en el Sur de Marruecos, en las estribaciones del desierto. El aceite de argán se prepara a partir de los frutos recolectados en el árbol y se conoce como el Oro líquido de Marruecos.
Declarado Patrimonio Universal por la Unesco en 1998, es uno de los árboles que posee mayor resistencia a la sequía porque está adaptado a vivir en climas casi desérticos. Esto se debe a que puede desarrollar unas raíces de gran longitud para obtener agua de las profundidades de la tierra. Natural de Marruecos, el árbol de argán puede llegar a vivir más de 200 años. Es corpulento y con el tronco en forma de tornillo. A veces sobrepasa los 10 metros de altura.
Los frutos tienen forma aceitunada, germinan en época estival. Dentro de la almendra se encuentran sus semillas, que varían entre una y tres, de las cuales se extrae el aceite de argán.
Al igual que la Rosa Mosqueta, el aceite de argán es un principio activo muy versátil. Se puede aplicar tanto sobre la cara, como en el cuerpo y el cabello. Cuando se utiliza con fines cosméticos, se debe obtener mediante prensado en frío, y no se tuesta para que no pierda sus propiedades. Vamos a verlas más en detalle.
PROPIEDADES:
- Antienvejecimiento, efecto regenerativo de la piel.
- Antiséptico.
- Fungicida.
- Quemaduras de sol.
- Enfermedades dermatológicas como neurodermitis y psoriasis.
- Suaviza, hidrata y aporta brillo a la piel.
- El aceite de argán estimula la oxigenación de la piel y aporta elasticidad.
- Protege la piel de las agresiones externas.
- Restaura la capa hidrolipídica cutánea y aumenta el contenido de las células.
- Reestructura y endurece las uñas.
- Fortalece el cabello.
EN LA CARA:
Es hidratante. Los ácidos grasos insaturados son responsables de conservar la estructura celular para retener el agua. El argán es rico en estos ácidos grasos, que mantendrán una hidratación óptima.
Nutre intensamente. La elevada presencia de vitaminas antioxidantes como las vitaminas C o E, también conocida como tocoferol, y otros nutrientes esenciales, cuidan las diferentes capas del cutis. Además, como son antioxidantes, neutralizan los radicales libres y evitan su formación si se aplica diariamente.
Es un potente antienvejecimiento y regenerador. La acción antioxidante de las vitaminas ayuda a restaurar el metabolismo natural, reduciendo las arrugas, mejorando el estado de la piel y conservándola suave y tersa.
Penetra fácilmente y no obstruye los poros, actuando en las capas más internas.
Los dermatólogos lo recomiendan para tratar el acné leve, la psoriasis y otro tipo de problemas relacionados con la piel.
EN EL CUERPO:
Estrías. Una de sus principales aplicaciones consiste en su extensión por las estrías, porque está comprobado que puede reducirlas.
Quemaduras. Produce un efecto de relajación en las quemaduras superficiales de la piel gracias a su efecto cicatrizante. Muchos masajistas adoran este aceite porque la hidrata, nutre y suaviza.
En el embarazo. Las embarazadas aplican aceite de argán durante el embarazo para calmar las estrías.
Uñas. Fortalece las uñas débiles con tendencia a quebrarse.
MODO DE APLICACIÓN:
Extender unas gotas sobre la piel. Para ello, depositaremos sobre la yema de los dedos unas gotas. Después, impregnaremos nuestra cara con los aceites realizando suaves masajes circulares y evitando la zona del contorno de ojos. Los masajes sobre la cara se deben hacer en forma de círculos pequeños desde la barbilla, e ir subiendo poco a poco hasta los pómulos. Después colocar los dedos sobre el centro de la frente, y realizar los mismos movimientos hacia el exterior. El proceso habrá terminado cuando la cara haya absorbido todo el aceite de argán. En el caso de tener acné leve, depositar una pizca del cosmético sobre cada grano, y darle leves golpecitos con la yema del dedo índice hasta su completa absorción.
EN EL PELO:
En tratamientos capilares, la cosmética con aceite de argán aporta brillo y fortaleza al cuero cabelludo, lo hidrata y como resultado se obtiene un cabello con el volumen ideal. El aceite de argán se puede emplear para una gran variedad de tipos de cabello, ya sea rizado, liso o afro, así como seco o graso.
Tratamiento para el cabello:
- Antes de comenzar debe poner una toalla húmeda a calentar. Cuando ya esté a punto, tome unas gotas de aceite y aplíquelo sobre todo el cabello hasta que penetre totalmente, haciendo hincapié en el cuero cabelludo, en las raíces y en las puntas, sobre todo si éstas tienden a quebrarse.
- Masajee la cabeza un buen rato hasta que esté toda bien impregnada. Después, tome la toalla caliente y envuelva todo el pelo sin retirar el aceite. Deje que actúe durante al menos media hora.
- Para evitar que el cabello quede graso, retire la toalla, péinese (verá qué fácil es) y tome una ducha. Lávese con su champú normal y asegúrese de que ha retirado todo el exceso. Después aplique un suavizante y listo.
Siguiendo este pequeño proceso un par de veces a la semana, obtendremos un pelo hidratado, resistente a la caída y con las raíces reforzadas.
Cuidado de las uñas: Aplicar Aceite de Argán con zumo de limón antes de acostarse.
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